Patagon.com fue la primera compañía de servicios financieros por Internet en Latinoamérica. Siguiendo el camino de E*Trade en Estados Unidos, Patagon buscaba revolucionar la banca y la compra venta de acciones online, abriendo la puerta a inversores retails sin necesidad de intermediarios.
El inicio de Patagon
Corría el año 1997, y dos jóvenes emprendedores, Wenceslao Casares y Constancio Larguía, crearon un portal de finanzas llamado Patagon.com, con noticias del mercado, artículos de expertos, y foros de discusión. Por aquel entonces los foros eran muy importantes y entretenidos, porque aún no existían las redes sociales.
Internet era pura ebullición, portales como Altavista, Yahoo, Netscape, Ebay, Amazon, entre muchos otros, eran proyectos nuevos que avanzaban y de pronto valían millones.
Carlos Maslatón, un gran trader argentino y en la actualidad influencer en X, cuenta que estos jóvenes lo encontraron operando en un bróker, o mesa de dinero a la vieja escuela, y lo contrataron para sumarse al proyecto de Patagon. Creemos que aquí está la clave de cómo se llevó la idea a la práctica.
La esencia del proyecto
Patagon buscaba lograr el trading online sin teléfono. Un húngaro, tal Zsolt Agardy, invirtió u$s1 millón, se fusionaron con Invest Capital una sociedad de bolsa e iniciaron el verdadero negocio al que apuntaban, ser el primer bróker online de la región.
Pronto tendrían miles de clientes moviendo millones de dólares. A la compra y venta de acciones pasaron a incluir derivados como fondos de inversión. Patagon era algo diferente que entusiasmaba a todos, aunque su porcentaje de ganancia era muy pequeño en relación al capital que movían. En ese contexto consiguieron durante 1999 más de u$s 60 millones en inyecciones de capital.
Fueron adelantados a su tiempo, pues hacer transacciones de dinero y comprar productos online con tarjeta de crédito se hizo algo más fácil.
Establecieron sede en Miami, con oficinas en Mexico, Brasil, Venezuela y Argentina. Carlos Maslatón fue un actor fundamental en este rápido proceso de expansión. Como el mismo definió su papel en la empresa, fue un hombre multi-función.
La venta
En el año 2000, Wenceslao Casares viajó a Madrid, a las oficinas del Banco Santander Central Hispano (BSCH) con la intención de vender la empresa. Lo hizo por más de u$s 500 millones por el 75%, y luego la venta total justo antes del estallido de la burbuja de las punto com.
Más allá del timming para vender algo que bajaría su cotización, es bueno reconocer la visión de ambas partes. Patagon sin duda era el futuro, como lo que vemos hoy, donde cualquier entidad financiera posee una plataforma amigable para operar online, y el banco Santander pretendía acortar el camino en su adaptación a las nuevas tecnologías comprando una empresa que ya estaba funcionando.
El final
Es difícil determinar por qué el proyecto Patagon se fue apagando en los años 2001-2002 aunque sin duda, el hecho de aparecer muy temprano y no tener el tiempo necesario para que los usuarios se adaptaran, más el cambio de gente y pasar a una mentalidad corporativa, provocó que no lograran ser rentables. La crisis bursátil del 2002 fue el tiro de gracia.
«Nos dieron un cheque en blanco y no supimos aprovecharlo. Hoy puedo decir que en dos años tiramos a la basura 270 millones de dólares» dijo Casares.
Algunos depositantes se vieron impedidos de acceder a sus fondos, y se iniciaron una serie de demandas millonarias, de clientes y empleados, como por ejemplo el juicio que tuvo como demandante al propio Carlos Maslatón, entre otras cosas porque la compañía ofrecía pagar muy poco por las stocks options que poseía.
La marca Patagon.com fue dada de baja en el 2005, tanto en América como en Europa, y el Santander revivió Open Bank.
Es difícil creer que ya no exista nada de eso que muchos percibíamos como el futuro. Siempre recordaremos aquellos foros maravillosos, con debates intensos, para después encontrarnos y tomar unas cervezas.
«Me parece importante que la gente, sobre todo los chicos más jóvenes, no tomen lo que ocurrió con Patagon como una lotería, como que nos sacamos la grande. Momentos como los de la semana última (se refiere a la compra por parte del Santander), son excepcionales, raros, todo el mundo te felicita, te sacan fotos, etcétera. Pero la mayoría de las veces esto es muy duro.»
Wenceslao Casares, en Conversación con otra Argentina, diario La Nación, 20 de marzo del 2000