Ingresar al mundo del trading es emocionante, pero también conlleva desafíos y presiones. Aquí exploraremos por qué es crucial mantener cierta discreción en la actividad como trader y evitar divulgarla indiscriminadamente, por nuestro propio bien.
Decidir embarcarse en el trading implica adentrarse en un mundo completamente nuevo. Al principio, aprendemos lo básico, velas japonesas, patrones y figuras chartistas, siguiendo los pasos de la vieja escuela. Las primeras operaciones en la cuenta demo nos hacen sentir como si le estuviéramos ganando al mercado. En ese momento, surge la tentación de compartir nuestra nueva pasión con todo el mundo, familiares, amigos, chats, incluso personas que conocemos en fiestas y bares. Sin embargo, es en este punto en el que debemos tener precaución, ya que corremos el riesgo de convertirnos en víctimas de nuestro propio entusiasmo.
Es el momento de quedarnos callados y seguir trabajando por nuestra meta
La especulación financiera a menudo es mal vista, quizás por desconocimiento ya que es parte fundamental de nuestra cultura, y por cierto que el dinero tiende a favorecer la discreción.
Y así es que operando con dólares reales, experimentamos un cambio drástico. Lo que solía ser un mundo lleno de colores se vuelve gris y peligroso, además de extremadamente estresante. Con seguridad al principio perdemos más de lo que ganamos y nos resulta difícil responder a la pregunta: «¿Cómo te ha ido hoy?». Algunas personas buscarán protegernos porque nos aprecian, mientras que otros se burlarán por no habernos vuelto ricos todavía. Incluso habrá quienes nos eviten, creyendo que queremos estafarlos por ser especuladores. Es la carga de preocuparnos por la opinión de los demás cuando deberíamos estar concentrados en nuestra carrera como traders.
Hay que liberarse de la carga innesaria
Es crucial ser prudentes y cuidadosos con nuestras palabras. Sin embargo, si ya hemos revelado nuestra actividad, no hay necesidad de preocuparse. Aún podemos tomar medidas para preservar cierta discreción, y básicamente cerrar la boca.
Busquemos a esa persona incondicional que esté dispuesta a brindarnos apoyo sin exigir resultados. Es difícil pero siempre está. Podría ser nuestra pareja, o un colega trader que conocimos en un grupo, o incluso un mentor que sepa más que nosotros y al que le estamos pagando, cualquiera en quien confiemos es perfecto.
Esa persona será nuestro refugio, alguien con quien podamos compartir nuestras experiencias sin temor a juicios maliciosos. Nos dará críticas constructivas, evaluará nuestro progreso. Por ello cuando encontremos a esa persona, mantengamos una relación de confianza total y aprovechemos su apoyo para crecer como traders.
En conclusión, en un mundo de redes sociales, con tantos vende humos, nosotros hemos elegido una carrera en la que es importante ser discreto, al menos al comienzo, hasta que nos hacemos buenos en el oficio y luego ya no hay que rendirle cuentas a nadie, solo responder el cariño de los que nos aguantaron, familia, amigos y colegas, y por supuesto debemos compartir anécdotas del camino para futuras generaciones de traders.